TANGO
El tango nació como un baile popular, que mezcló elementos de otras danzas como el candombe y la habanera…. Nunca ni en ningún lugar se quedo quieto y hasta hubo barrios que definieron su estilo para bailarlo. Al bailar tango, no podemos olvidarnos de nuestro presente, de todos los ritmos con que convivimos, de las demás búsquedas musicales y de movimiento. Aunque quisiéramos, no podríamos bailar aquel tango puro del origen, nuestro cuerpo y nuestra cabeza son distintos. Hoy nuestro tango transpira elementos de otras danzas y también por supuesto de todo lo que nos va pasando en la vida.
El tango es quien lo baila, cada cuerpo es único bailando y cada abrazo, cada paso, cada pausa o adorno, deben ser la expresión de cada uno en la pareja, a partir del impulso que la música provoca en ambos a cada momento.
Bailar orgánicamente es bailar naturalmente, no imitar formas impuestas o creadas por otros.
El tango es creación , improvisación y con un abordaje orgánico del movimiento, es la energía que produce la música la que lleva a cada cuerpo a crear a partir de su técnica, que es lógica y no es formal. El tango es conexión y el movimiento orgánico facilita la percepción, la comunicación, la simultaneidad en la pareja.
Dos cuerpos dialogan y usan la técnica como herramienta para la creación.
No existe, bailando orgánicamente, un rol más importante que otro. La danza es creación de ambos, en todo momento. Bailar orgánicamente es descubrir qué provoca en cada uno el tango, descubrir la técnica para el movimiento naturalmente, según cada cuerpo y usarla como recurso para la propia expresión, para la creación, la improvisación.
Bailar desde “el cuerpo que uno es” , sin condiciones, sin que se haga imprescindible tener experiencia, ó tener un cuerpo “apto” para el movimiento, o una edad determinada.
Mediante el abordaje orgánico es el propio cuerpo quien construye las nocionesde coordinación, eje, equilibrio, ritmo, cambios de dinámica, como lo hicimos desde que nacimos y lo fuimos perdiendo a medida que crecimos y nuestro cuerpo se fue endureciendo. Por eso, en algún sentido bailar orgánicamente es empezar otra vez, reconstruir, replantearse, empezar de nuevo.
